Consejos para la formación de grupos espíritas, por Allan Kardec
Dejamos a continuación, para el interés suscitado, los consejos dados por Allan Kardec, en 1862, sobre la formación de grupos espíritas, dados en ocasión de la Jornada Espírita de 1862.
En varios lugares me pidieron consejo para formar grupos espíritas. Tengo poco que decir al respecto, aparte de las instrucciones contenidas en El Libro de los Médiums. Añadiré sólo unas pocas palabras.
La primera condición es formar un grupo de personas serias, por muy restringido que sea. Cinco o seis miembros ilustrados, sinceros, penetrados por las verdades de la Doctrina y unidos por una misma intención, valen cien veces más que la inclusión, en este grupo, de los curiosos e indiferentes. Luego, que estos miembros fundadores establezcan un reglamento que se convertirá en ley para los nuevos adherentes.
Este reglamento es muy simple y casi solo incluye medidas de disciplina interna, ya que no requiere los mismos detalles requeridos para una sociedad grande y regularmente constituida. Por lo tanto, cada grupo puede establecerse como mejor le parezca. Sin embargo, para mayor facilidad y uniformidad, daré un modelo, el cual puede ser modificado de acuerdo a las circunstancias y necesidades del lugar. En todo caso, el objetivo esencial que se proponga debe ser la recopilación, el mantenimiento del más perfecto orden y la expulsión de cualquier persona que no estuviera animada por intenciones serias y pudiera convertirse en una causa de perturbación. Por eso nunca se sería demasiado severo con los nuevos elementos a admitir. No teman que esta severidad perjudique la propagación del Espiritismo. Todo lo contrario: las reuniones serias son las que más prosélitos hacen. Las reuniones frívolas, aquellas que no se llevan a cabo con orden y dignidad, en las que el primer curioso que aparece puede llegar a derramar sus mejillas, no inspiran atención ni respeto, y los incrédulos los dejan menos convencidos que cuando entran. Estos encuentros alegran a los enemigos del Espiritismo, mientras que los demás son su pesadilla y conozco gente que vería con gusto su multiplicación, con tal de que los demás desaparecieran. Afortunadamente, sucede lo contrario. Uno debe, además, estar persuadido de que el deseo de ser admitido en reuniones serias aumenta a causa de la dificultad. En cuanto a la propaganda, se hace mucho menos por el número de asistentes, que una o dos sesiones no logran convencer, que por el estudio previo y la conducta de los miembros fuera de las reuniones.
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Tampoco hay que temer la admisión de jóvenes. La gravedad de la asamblea se reflejará en su carácter; se volverán más serios y pronto podrán extraer, en la enseñanza de los buenos espíritus, esta fe viva en Dios y en el futuro, este sentimiento de los deberes familiares, que los hará más dóciles, más respetuosos, y que moderarán la efervescencia de las pasiones.
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Recientemente se han formado algunos grupos especiales, cuya multiplicación no dejaríamos de alentar: son los llamados grupos de enseñanza. En ellos poco o nada se ocupa de las manifestaciones, pero sí de la lectura y explicación de El Libro de los Espíritus, en 'El libro de los médiums y artículos de Revista Espírita((El estudio de la Revista Espírita, realizado por este grupo, puede entenderse mejor aqui y seguido en nuestro canal, aqui)).
Algunas personas devotas reúnen para este propósito a un número de oyentes, supliéndoles las dificultades de leer y estudiar por sí mismos. Aplaudimos de todo corazón esta iniciativa que, esperamos, tendrá imitadores y no puede, en su desarrollo, dejar de producir los más felices resultados.
Para eso, no necesitas ser un orador o un maestro; es una lectura familiar, seguida de unas explicaciones sin pretensiones de elocuencia, y que está al alcance de todos.
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Espero que no piensen que está mal que señale estas obras como base para la enseñanza, ya que son los únicos en que la ciencia espírita se desarrolla en todas sus partes y en forma metódica((En 1862, estas eran las obras existentes y publicadas. Hoy, con la restauración de las versiones originales de O Céu e o Inferno y A Gênesis (publicadas por FEAL), también se recomienda estudiarlas, especialmente para comprender la parte filosófica. de la Doctrina Espírita: el Grupo de Estudio Espiritismo para Todos (EPT) está desarrollando un amplio y rico estudio sobre estas obras (conozca más haciendo clic aqui))).
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Aquí hay otro hábito, cuya adopción no es menos útil. Es fundamental que cada grupo recopile y depure las comunicaciones obtenidas, para poder consultarlas fácilmente en caso de necesidad. Los espíritus que veían que sus instrucciones eran ignoradas pronto abandonarían las reuniones; pero es necesario, sobre todo, que se reserve una colección especial, ordenada y clara, de las comunicaciones más bellas e instructivas, y releer algunas de ellas en cada sesión, para aprovecharlas mejor.