Los problemas de la creencia en la nada (nihilismo) y el castigo

La creencia en el castigo, incluso dentro del Espiritismo (o Movimiento Espírita) y la creencia en la nada llevan al hombre a dos situaciones muy complicadas. Veamos:

Cuando crees en la nada, te centras en disfrutar del presente a cualquier precio. Esto es lo que Kardec nos muestra en Cielo e Infierno (FEAL):

¿Hay algo más desesperante que la idea de la destrucción absoluta? ¡Sagrados afectos, inteligencia, progreso, conocimientos laboriosamente adquiridos, todo se desharía, todo se perdería! ¿Qué necesidad tiene el esfuerzo de ser mejores, de reprimir las pasiones, de enriquecer nuestro espíritu, si no queremos sacar ningún fruto de ello, sobre todo ante la idea de que mañana, tal vez, ya no nos sirva de nada? Si así fuera, la suerte del hombre sería cien veces peor que la del salvaje, que vive enteramente en el presente, en la satisfacción de sus apetitos materiales, sin aspiraciones de porvenir. Una intuición secreta nos dice que eso no es posible.

Pela crença no nada, o homem inevitavelmente concentra seu pensamento na vida presente. Não haveria, com efeito, por que se preocupar com um futuro do qual nada se espera. Essa preocupação exclusiva com o presente o leva naturalmente a pensar em si antes de tudo; é, portanto, o mais poderoso estímulo ao egoísmo. O incrédulo é coerente quando chega à conclusão: “Desfrutemos enquanto aqui estamos, desfrutemos o máximo possível, pois, depois de nós, tudo estará acabado; gozemos depressa, porque não sabemos quanto tempo durará”, assim como a esta outra, bem mais grave aliás para a sociedade: “Desfrutemos, não importa à custa de quem; cada um por si; a felicidade, cá embaixo, é do mais astuto”. Se o escrúpulo religioso restringe a ação de alguns, que freio terão aqueles que em nada creem? Para estes, a lei humana somente alcança os tolos, e por isso dedicam seu talento a maneiras de dela se esquivarem. Se há uma doutrina nociva e antissocial, é certamente a do neantismo ((Doutrina do nada, niilismo)), porque rompe os verdadeiros laços de solidariedade e de fraternidade, alicerce das relações sociais.”

KARDEC, Allan. Cielo e Infierno, Editora FEAL.

Algo diametralmente opuesto al pensamiento nihilista glorificado por Nietzsche:

El descubrimiento de la moral cristiana es un acontecimiento único, una verdadera catástrofe. El sagrado pretexto de hacer mejor a la humanidad aparece como la astucia de agotar la vida misma, de hacerla anémica. El concepto del más allá se inventó para devaluar el único mundo que existe, ¡para privar a nuestra realidad terrenal de todo propósito, de toda razón, de toda finalidad! El concepto de alma, de espíritu y, finalmente, de alma inmortal, se inventó para despreciar el cuerpo. Finalmente - y esto es lo más terrible - en el concepto del hombre bueno, uno se pone del lado de todo lo que es débil, enfermo, un fracaso, de lo que es pasivo en sí mismo, de todo lo que debe perecer - se contradice la ley de la selección natural, y se hace un ideal de la oposición al hombre altivo y exitoso, al hombre que dice sí, al hombre que garantiza y está seguro del futuro - esto se convierte ahora en el hombre malo... Y todo esto se creía que era moral.

NIETZSCHE, 2008, pág. 99-100

Por outro lado, quando o homem acredita na ideia da queda pelo pecado ou na vida humana como uma forma de “pagar dívidas”; em outras palavras: quando ele acredita na ideia do castigo divino, ele se torna inapto a lidar pró-ativamente com seus problemas. Uma mulher que, por exemplo, viva com um mau companheiro, que a agrida, física ou moralmente, pode crer (e muitos lhe afirmam isso) que está vivendo um “resgate” de vidas passadas. Deve, portanto, se submeter às condições desumanas, para, segundo dizem, “quitar seus débitos”.

Esta forma de pensar se enseña a menudo desde los primeros días del niño, cuando se le somete a castigos en lugar de animarle a desarrollar su propia autonomía racional. Ya tratamos este tema en el artículo "El castigo irrita e impone. No eduques por la razón.


El fanatismo de la credulidad crea incrédulos, porque no responde a nada. Saca al individuo del control de su responsabilidad: si hace el mal, es culpa del diablo; si hace el bien, es gracia divina.

El fanatismo de la incredulidad, por otra parte, va en la misma dirección y produce lo mismo que el primero: el individuo, haga el mal o el bien, se debe a su ADN.

Ambas convierten a las personas en autómatas a los que sólo les quedan los placeres mundanos y la perspectiva de la nada o la condenación eterna. El camino del medio, en su excelencia racional, es el Espiritismo Racional y el Espiritismo (en su origen). Véase este estudio: https://www.youtube.com/watch?v=OCD2_iAQySw.


Recomendamos a todos el siguiente estudio: