La verdad que te hace libre
Continuación del artículo. El dominio de la mentira y la violencia
¡Jesús vino a traernos la verdad que nos hace libres! Mencionó al diablo en la Biblia, pero ¿creía en la existencia literal del diablo? La palabra “Diablo” está escrita en la Biblia, pero su significado va más allá de lo literal.
Realmente todo se reduce a la interpretación. Dios y el Diablo son representaciones del Bien y del Mal, respectivamente. Sin embargo, ver al Diablo como algo puramente malévolo es un error. El Diablo no es una entidad; reside en aquellos que abrazan esta idea falsa. Mal no tiene forma, no es una entidad real. Nadie es inherentemente malo. ¿Hay alguien verdaderamente malvado en este mundo? No, porque el mal es una concepción falsa que sustenta un hábito. Cuando alguien cambia su forma de pensar, deja de actuar mal, pero superar el hábito es un proceso largo. Sin embargo, nunca superarás si tu mentalidad no cambia.
Lo que realmente transformará el mundo es la educación genuina: no la que simplemente perpetúa ideas falsas, la que adorna las enseñanzas, sino la que se comprende, la que libera. Las armas del bien son la comprensión y la explicación. ¿Cómo puedo hacerles entender que el futuro del mundo está en la cooperación? Simplemente explicando y cooperando sin cesar, sin preocuparse por los resultados.
Estamos introduciendo un nuevo hábito en el mundo. Superando la falsa idea del mal, veremos una renovación global, ofreciendo nuevas oportunidades para todos. No hay Espíritu que, tarde o temprano, no elija el camino del bien. Sin embargo, el bien no se impone; cada uno debe lograrlo con su propio esfuerzo.
La verdadera comprensión nos liberará de esta falsa dicotomía entre el bien y el mal, llevándonos a una vida de cooperación y armonía. El siguiente pasaje de Jesús es revelador:
42 Jesús les dijo: “Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais. Vengo de Dios y voy [a Dios]. Porque yo no vine por mi cuenta, sino que él me envió. “
Biblia – Volumen I: Nuevo Testamento – Los cuatro evangelios – Evangelio de Juan (págs. 470-471). Compañía de Letras. Versión Kindle. Trans. Federico Lourenço
Jesús dijo que fue enviado por Dios y no por sus propios medios. Vino a enseñar la Ley de Dios.
Hacer el bien es cumplir la Ley de Dios. Por eso hay un solo Dios.
43 ¿Por qué no entiendes mi discurso? Por qué no puedes escuchar mi palabra.
Ídem
La ciencia avanza principalmente a través de un cambio de paradigma, es decir, un cambio de ideas.Paradigma Proviene del griego “paradigma”, que significa “ejemplo” o “modelo”. Inicialmente, se aplicó en gramática (para definir su uso en un contexto determinado) y retórica (para referirse a un parábola o a un fábula). A partir de los años 60 se empezó a utilizar para definir un modelo o una estándar en cualquier disciplina científico o contexto epistemológico. fuente: Haga clic aquí. Tenemos que entender cómo es la nueva idea. Entonces, después de que tenga sentido, lo probamos y cuando verificamos su coherencia, lo adoptamos. La clave es compartir la nueva idea.
Pero eso no significa que todos se volverán superiores; esa no es la idea del mundo. Los niños no necesitan estudiar en la escuela sólo para sacar las mejores notas, generando competencia entre ellos. Cada persona debe buscar aprender más de lo que sabía antes, ya que todos somos espíritus en diferentes etapas de evolución. Hay espíritus muy inteligentes en nuestro mundo porque han pasado más tiempo experimentando el mundo. Sin embargo, los inteligentes no son superiores a los simples, porque en otras existencias fueron simples como ellos. Vinieron a nuestro mundo porque allí se sentían más preparados. Los espíritus inteligentes no son malévolos ni demoníacos; sin embargo, deben cultivar la sencillez para servir y contribuir, no para ser servidos. Este es el gran lema del mundo.
Para avanzar hacia la felicidad en este mundo, debemos ayudar a quitar las anteojeras de los ojos de aquellos que están cegados por ideas falsas. Sin embargo, no aceptarán fácilmente actuar para todos. Así, algunos parten hacia otro mundo, donde podrán progresar, ayudar a muchos otros a progresar tecnológicamente más rápidamente y tener una nueva oportunidad de repensar sus elecciones. No es un castigo o castigo ser enviado a otro mundo; es simplemente la consecuencia de una elección que no les permitió evolucionar. Si reconsideran sus actitudes en el otro mundo, renovados, podrán regresar aquí.
Esto ha ocurrido en nuestro mundo; los simples estaban en la Tierra cuando llegaron los exiliados. Al venir aquí se les dio una segunda oportunidad, pero ahora deben contribuir de manera útil al avance de este mundo. Lamentablemente muchos han caído en la falsa idea de que hay que servirles, creando así todas las ideas erróneas que permean el mundo. Pero siempre que intentamos explicar la verdad, porque es una idea falsa, se resisten.
Esta es la última oportunidad tanto para cambiar tu forma de pensar como para participar plenamente en este mundo. Aquellos que se nieguen a cooperar no comprenderán la verdad mediante la fuerza, la memorización de órdenes o la obediencia ciega. Sólo a través del esfuerzo personal alguien puede entender.
La libertad es 100% respetada por la espiritualidad.
44 Sois [hijos] de vuestro padre el diablo; y quieres poner en práctica los deseos de tu padre. el es homicida desde el principio y no era ni está en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, la dice por su propia cuenta; porque es mentiroso y padre [de mentiras]. 45 Yo porque digo la verdad no me crees. 46 ¿Quién de vosotros me condena por el error? Si digo la verdad, ¿por qué no me creen? 47 Quien pertenece a Dios escucha las palabras de Dios. Por eso no me escucháis: porque no sois de Dios”.
Ídem
Esta parte del Evangelio de Juan está señalando que el “diablo” está en la falsa idea de superioridad y pureza. Cuando nos consideramos puros y superiores, tendemos a juzgar y condenar a otros que consideramos simples e inferiores. Sin embargo, el acto de juzgar es, en sí mismo, una idea falsa: cuando señalamos el error en otra persona, en realidad estamos cometiendo un error, ya que estamos juzgando a esa persona en lugar de su comportamiento específico. Esto equivale a considerar a la persona como “malvada” y condenarla injustamente. Nadie tiene derecho a actuar así. Ni siquiera los espíritus benévolos condenan de esta manera a los demás.
El mal se revela en la distorsión de la ley divina, cuando buscamos satisfacer nuestros intereses personales a costa de la sumisión de los más simples, sacrificando su tranquilidad y felicidad. Sin embargo, debemos rechazar la noción de superioridad debida a nuestro conocimiento.
En este contexto, ¡nuestra responsabilidad se vuelve aún más crucial! Quienes poseen conocimientos tienen el deber no sólo de ayudar a quienes menos saben, sino también de servir.
Reflexiona sobre esto: ¡La obligación de quien tiene conocimiento es servir a los más simples! No debemos utilizar nuestro conocimiento para nuestro propio beneficio, sino más bien para cooperar.
Debemos dedicar nuestros esfuerzos a difundir el conocimiento y garantizar que muchos lo comprendan. El futuro del mundo reside en la cooperación, no en la competencia. Cualquier valor nuevo debe compartirse globalmente para que todos puedan beneficiarse.
48 Los judíos respondieron y le dijeron: “¿No decimos bien que eres samaritano y que tienes demonio?”. 49 Jesús les respondió: “No tengo demonio, pero yo honro a mi Padre y ustedes me deshonran. 50 I No busco mi gloria. Hay uno que buscar y juzgar. 51 En verdad, en verdad os digo: el que guarda mi palabra, no verá la muerte hasta la eternidad”.
ibídem.
En esta parte se expresa: “¡Estáis contaminados por el mal! ¡Y hay un demonio! Si alguien ya piensa que el otro es un demonio, parece no haber solución. Aquellos que son egoístas y arrogantes etiquetan a los demás como inferiores y siempre ven el mal en los demás. Los fanáticos religiosos ven a los que son diferentes como inferiores. Los materialistas juzgan inferiores a quienes piensan diferente. El quid del problema es cuando un individuo se cree superior y se obstina en no cambiar de opinión, incluso cuando se enfrenta a la verdad. La verdad te confronta, cuestionando tu elevada imagen de ti mismo.
Ahora bien, si alguien se considera superior, sólo reconocerá su error cuando llegue a esa conclusión por sí solo. Muchas veces, esta persona, en el fondo, no cree realmente en su superioridad, por lo que siente la necesidad de afirmarla con tanta vehemencia.
El único factor que nos hace iguales es nuestra individualidad. Somos Espíritus únicos, cada uno con diferentes experiencias que desarrollar y comprender. Sin embargo, tener más conocimientos no nos hace superiores a los demás. Lo que verdaderamente define la evolución de un Espíritu no es su inteligencia o experiencia, sino su capacidad para comprender el ley de dios. La meta del Espíritu es dar lo mejor de sí mismo.
La Ley de Dios es clara: ¡No hay competencia, sólo cooperación!
Este artículo fue elaborado a partir de una conferencia impartida por Paulo Henrique de Figueiredo. Haga clic aquí a su encuentro.
Continúa en El doble concepto del bien y del mal