Una invitación a la autocrítica del Movimiento Espírita
Nuestra última reunión virtual de estudio, el 23/06/04, tuvo lugar a partir del artículo “Refutación de un artículo de L'Univers”, de la Revista Espírita de mayo de 1859.
El artículo de Kardec comienza con una cita completa de una publicación de Abbot Chesnel en el mencionado diario, publicación, dicho sea de paso, algo compleja de entender y, de hecho, bastante confusa en sus ideas. A pesar de citar varias ideas vigentes en la época, como el Espiritualismo, el Magnetismo y el Espiritismo (aunque confunde el Espiritismo con el Espiritualismo Racional), es muy fácil notar la confusión de conceptos que hace el Abad, quien como punto central defiende la idea de que el Espiritismo (espiritualismo) sería una nueva religión, presentando peligros y una amenaza para la religión católica.
El texto, aunque escrito con cierta profundidad, es notablemente frívolo, en el sentido de hacer varias afirmaciones sobre el Espiritismo (que, reitero, llama Espiritualismo), sin haber leído siquiera El Libro de los Espíritus, lo cual es cierto, porque justo en el Al comienzo de la obra, Kardec hace una clara distinción entre el Espiritismo y el Espiritismo [Racional]. Pero ese no es el punto principal de esta discusión.
Lo que notamos en nuestro estudio, y de lo que ya habíamos hablado otras veces, es la distancia entre el Movimiento Espírita moderno y el Espiritismo "de Kardec" - con mucho cuidado al usar este término, porque el Espiritismo nunca fue de Kardec, ni creado ni imaginado por él. Ahora bien, no es posible negar que el Movimiento Espírita hizo del Espiritismo una religión, definición que muchos defienden con fiereza, mientras que Kardec hace, con todas las letras, una ardua defensa racional en contrario, demostrando que el Espiritismo no tenía aspecto de religión, sino el de una ciencia. Ya hablamos de esto en el artículo “El espiritismo es religión.?”, “Ciencia y Espiritismo: ¿asuntos en dimensiones opuestas?“, “La distancia entre el Espiritismo y el Movimiento Espírita” y en otras ocasiones, pero decidimos retomar el tema por la nueva oportunidad brindada y la enfática persistencia de Kardec – que continúa en la RE de julio, con una réplica a la respuesta del Abad.
Cuanto más estudiamos la Revista Espírita, más notamos esa enorme distancia mencionada. Invitamos al lector a preguntarse: ¿por qué? ¿Es "nuestro" Espiritismo, basado en informaciones de Espíritus no verificadas de manera científica y controlada, "más correcto" que el Espiritismo estudiado tan seriamente, de manera metódica y controlada, por Kardec y otros miembros de la Sociedad Parisina de Estudios Espiritualistas? ? Tenga en cuenta lo siguiente:
Su verdadero carácter es, pues, el de una ciencia y no el de una religión, y la prueba es que cuenta como adherentes a hombres de todas las creencias, que no han renunciado por ello a sus convicciones: católicos fervientes, que practican todas las deberes de su culto; protestantes de todas las sectas; israelitas, musulmanes e incluso budistas y brahmanistas.
Kardec, Revista Espírita, mayo de 1859
Miremos fríamente al Movimiento Espírita y tratemos de encontrar insertos en él personas de otras religiones: prácticamente no existen. Son muy raros y, casi siempre, son personas que dicen no tener “una religión definida”. ¿Es esto normal, comparado con lo demostrado por Kardec? Otra pregunta: si un Censista le pregunta cuál es su religión y usted es espiritista, ¿qué responderá?
Todas estas preguntas no pretenden atacar la creencia personal de cada uno (porque, en efecto, el Espiritismo no está hecho de creencias, sino de investigación científica), sino de plantear un aspecto grave que, quizás, muchos no advierten: definir el Espiritismo como religión se ha convertido en la razón de la caída del Movimiento Espírita, cada vez más vaciado. Lea el artículo citado al principio, puede encontrarlo aqui – al menos de la respuesta de Kardec y trate de analizar, por sí mismo, cuánto la definición de “religión” hace perder al Espiritismo en alcance y ayuda en el desarrollo de la humanidad terrestre. Véase la posición del abad, compatible con la posición moderna de la mayoría de sus oponentes: en lugar de comprender en este ciencia apoyo a sus creencias; en vez de tenerla como ayuda a sus incertidumbres, tienen en ella un enemigo, como si el hecho de llenar las bancas de un centro espírita, significara vaciar las bancas de una iglesia. Lamentablemente, muy lamentablemente, esto ha llegado a ser cierto.
Estamos sumamente contentos de tener, entre nuestros alumnos más activos, al menos una persona que se identifica como católico practicante, que va a Misa, que comulga, que practica, en fin, su religión, pero que estudia profundamente y que, muchas veces, comprende mejor que nosotros los preceptos morales, filosóficos y científicos del Espiritismo, comprendiendo su carácter científico con clara distinción. El Espiritismo es la ciencia de lo que somos y de lo que es la creación; la religión es la elección de prácticas humanas, materiales, con un sentido espiritualista.
Finalmente, piense en lo siguiente: mientras Kardec recomendado la práctica de los estudios espíritas en casa, que era muy común en aquella época, pregúntese: ¿hay, hoy, Espiritismo fuera de los centros? ¿Qué se dice de la práctica mediúmnica fuera del centro espírita?
Finalmente, se reitera la invitación: estudia la Revista Espírita. Muchos medios conocidos no tenían acceso a él. Hoy lo tenemos, y de una manera muy, muy fácil y práctica. Dejar de lado el estudio de las novelas mediúmnicas, sin contestación ni investigación, es apego, y trae deméritos, dificultades y errores al Espiritismo, que, hoy, en el Movimiento Espírita, no tiene nada.