Los medios juzgados
Aquí Kardec relata un caso ocurrido en el que una institución determinó el pago de una prima a quienes pudieran acreditar algunos fenómenos espíritas, a lo que ninguno de los suscriptores pudo asistir, aunque, fuera de allí, muchos de ellos consiguieron fácilmente dichos fenómenos. como sucedió, recuerda, Kardec, diez años antes, con algunos sonámbulos magnetizados, en Francia, quienes, en otras circunstancias, “leían libros cerrados y descifraban una carta entera, sentándose sobre ella o colocándola bien doblada y cerrada sobre su estómago”.
También hemos visto esto recientemente. Es importante entender, con este enfoque, que la espiritualidad no está a nuestro alcance y no le interesa tal espectáculos, especialmente al apuntar, a través de este, obtener ganancias materiales de cualquier género. De hecho, es interesante notar cómo esto repugna tanto a los espíritus superiores como a los inferiores, lo que da lugar a una gran discusión sobre los médiums que se lanzan, por ejemplo, a leer fortuna.
También trae a la memoria los diversos casos polémicos en los que varios "espíritas" ya se han visto involucrados, como sucedió con el mismo Leymarie, en lo que se conoció como "El Proceso de los Espíritas", hecho que causó gran vergüenza al Movimiento Espírita en la época, y el sonado caso de la controvertida materialización espiritual, en el que participó Chico Xavier. No podemos juzgar si son caros por pura ligereza o no, pero son casos bastante complicados, que no niegan la posibilidad e incluso la veracidad de tales fenómenos, pero que sirven para llamar nuestra atención sobre algunos puntos:
- El Espiritismo conquista muchos más adeptos por su filosofía consoladora e iluminadora que por los fenómenos, ante los cuales, quien sea decididamente escéptico, no quedará menos convencido;
- Los seres humanos son falibles, la mayoría de las veces más por vigilancia que por malicia. No podemos deificar cualquiera, especialmente cuando recordamos que medios son, en general, Espíritus que en el pasado han tenido bastantes faltas, que reciben la mediumnidad como una grata oportunidad para corregir sus desviaciones;
- Los espíritus no nos atienden cuando nosotros queremos, pero cuando ellos lo quiero;
- Los espíritus no se prestan a contestar cosas triviales que están a nuestro alcance, ni se prestan a probar lo que es fácilmente comprobable por nuestra inteligencia, como no se presta un hombre de gran conocimiento a contestar preguntas ya contestadas, a las que muchos no se atreven a buscar por pura pereza.
Los escribas y fariseos le dijeron a Jesús: “Maestro, nos gustaría mucho que nos mostraras una maravilla”. Jesús respondió: “Esta generación mala y adúltera pide una maravilla, pero no se les dará otra que la de Jonás”.
(Mateo, 12:38 y 39.)