Júpiter y algunos otros mundos
En este artículo, muy relacionado con el anterior, Kardec, refiriéndose a la Escala Espírita, hace algunas otras conjeturas sobre qué planeta podría estar habitado por Espíritus de la novena (décima) clase, las inmensas dificultades, el estado general de la criminalidad, horror, del sufrimiento físico y moral.
Luego, conjetura un planeta habitado por Espíritus todos de tercer orden: espíritus impuros, frívolos, pseudo-sabios y neutrales. Allí, el mal seguiría dominando, aunque cada vez menos presente a medida que esos Espíritus se alejaban de la novena (décima) clase. El orgullo, el egoísmo, las pasiones, la esclavitud y varias otras imperfecciones morales todavía dominarían allí.
EN TALA SOCIEDAD, SI DOMINA, EL ELEMENTO IMPURO APLASTARA AL OTRO; DE LO CONTRARIO, EL MAL MENOR BUSCARÁ DESTRUIR A SU ADVERSARIO; EN TODO CASO HABRA UNA LUCHA, UNA LUCHA SANGRIENTA, DE EXTERMINACION, PORQUE SON DOS ELEMENTOS QUE TIENEN INTERESES CONTRARIOS. PARA PROTEGER LOS BIENES YA LAS PERSONAS SE NECESITARÁN LEYES, PERO ESTAS SERÁN DICTADAS POR EL INTERÉS PERSONAL Y NO POR LA JUSTICIA; SERÁ REALIZADO POR LOS FUERTES, EN DESTRUCCIÓN DE LOS DÉBILES
A continuación, Kardec nos invita a imaginar, en medio de estos Espíritus, algunos de segundo orden: veríamos, entonces, en medio de las perversidades, algunas virtudes.
SI LOS BUENOS SON MINORÍA, SERÁN VÍCTIMAS DE LOS MALOS; SIN EMBARGO, A MEDIDA QUE SU PREDOMINIO AUMENTA, LA LEGISLACIÓN SE HACE MÁS HUMANA, MÁS EQUITATIVA Y LA CARIDAD CRISTIANA DEJA DE SER LETRA MUERTA PARA TODOS. DE ESE MISMO BIEN SE CONVERTIRÁ EN OTRA ADICCIÓN. A PESAR DE LA GUERRA QUE LOS MALOS DECLARAN INCESANTEMENTE A LOS BUENOS, NO PUEDEN EVITAR estimarlos en su foro íntimo. AL VER EL ASCENDENTE DE LA VIRTUD SOBRE LA ADICCIÓN Y NO TENER LA FUERZA NI DISPUESTAS PARA PRACTICARLA, BUSCAN PARODIARLA Y TOMAR SU MÁSCARA. CUANDO LOS HIPÓCRITAS, TAN NÚMEROS EN TODA SOCIEDAD DONDE LA CIVILIZACIÓN AÚN ES IMPERFECTA.
Después de todo, Kardec llega, a través de la imaginación, a todo un mundo habitado por espíritus de segundo orden, al que, por simple lectura, nos gustaría transportarnos en este preciso momento. No reina allí la igualdad absoluta, ya que el segundo orden aún comprende Espíritus de varios grados de desarrollo. Sin embargo, esta desigualdad no genera envidia de los menos avanzados ni orgullo de los más avanzados: todos estarían unidos en el propósito de aprender y elevarse.
LAS CONSECUENCIAS QUE SACAMOS DE ESTE MARCO, AUNQUE HIPOTÉTICAMENTE PRESENTADO, NO SON MENOS RACIONALES, Y TODOS PUEDEN DEDUCIR EL ESTADO SOCIAL DE CUALQUIER MUNDO, SEGÚN LA PROPORCIÓN DE LOS ELEMENTOS MORALES QUE SUPONEMOS QUE COMPONE.
HEMOS VISTO QUE, SIN LA REVELACIÓN DE LOS ESPÍRITUS, TODAS LAS PROBABILIDADES SON PARA LA PLURALIDAD DE MUNDOS. AHORA, NO ES MENOS RACIONAL PENSAR QUE NO TODOS ESTÁN EN EL MISMO GRADO DE PERFECCIÓN Y QUE, POR ESTO MISMO, NUESTRAS SUPOSICIONES PUEDEN SER PERFECTAMENTE LA EXPRESIÓN DE LA REALIDAD.
Vemos, a través de este ejercicio, en qué momento espiritual se encuentra la Tierra y en cuál ya se ha encontrado. Con base en este pensamiento y en la Escala Espírita, vemos cuáles males aún necesitamos desarraigar de nuestras individualidades para avanzar a mejores posiciones.
Sobre algunos planetas vecinos, Kardec informa que, según los Espíritus, Marte sería un planeta aún más atrasado que la Tierra, donde encarnaría Bebidas espirituosas casi exclusivamente de la novena (décima) clase. Pero, dado que en Marte no encontramos nada más que polvo, ¿debemos imaginar que los Espíritus engañaron a Kardec? ¡Porque no! solo que esto encarnación debe tener lugar en un estado fluídico, fuera de nuestros sentidos.
Sigue Allan Kardec comentando algunas enseñanzas sobre otros planetas, siendo las más interesantes las que hablan de Júpiter, que sería un planeta de mucha mayor elevación espiritual que el nuestro. Allí, según los informes de los Espíritus, sólo encarnarían Espíritus de segundo orden. Estos espíritus retratan ciudades maravillosas.
¿Algún día aterrizaremos una sonda allí y veremos una civilización que sea perceptible para nuestros sentidos y dispositivos? Tal vez sí tal vez no. Tal vez algún día aterricemos allí y encontremos un planeta helado y desértico, ¿cómo podemos encontrar algunos estilo de vida. No lo sabemos y, si se da el primer caso, también podemos suponer que tales ciudades y civilización también están constituidas en materia etérea, pues ya sabemos que incluso en los alrededores de nuestro planeta ocurre este hecho.
De todos modos, son conjeturas de un tiempo pasado que, si bien válidas en muchos sentidos, tal vez algún día -cuando se puedan retomar los estudios metodológicos de las comunicaciones de los Espíritus- sean revisadas y complementadas o corregidas.