duendes

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Aquí Kardec solo aborda la cuestión de que la intervención de los seres incorporales, vistos como duendes, diablillos y otros, siempre ha calado en la humanidad y, en sí misma, no deja de ser una verdad. Sucede que, antes del Espiritismo, que la explicaba, se la tomaba como superstición, producto de la imaginación, o bien rodeada de superstición.

De hecho, es interesante notar cómo incluso dentro del Espiritismo estas intervenciones son a menudo tomadas con cuento de viejas y, por lo tanto, desacreditada, sin antes ser analizada.

Por otro lado, es interesante discutir cómo, desde hace más de 160 años, Kardec ya intentaba explicar, a la luz de las enseñanzas de los espiritus y la razón, estos hechos antes rodeados de supersticiones. Desgraciadamente, aún hoy esta superstición o este misticismo persiste en el ambiente espiritualista, donde, en algunas religiones, se siguen utilizando términos y creencias limitantes, incluso, como es el caso de la llamada “Tranca-Rua”, “Zé Pilantra”. , etc. que no son más que Espíritus, en la forma sencilla y pura que ellos mismos nos han enseñado.

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