¿“Brasil, corazón del mundo, patria del evangelio”? – Un análisis crítico

¿“Brasil, corazón del mundo, patria del evangelio”? – Un análisis crítico es realizado por Leonardo Marmo Moreira y Jorge Hessen. El texto que aparece a continuación fue extraído íntegramente del prefacio de la obra, con el objetivo de salvaguardar un estudio tan importante como este, replicandolo en nuestro sitio web. El texto completo, que sirvió de base para este artículo, está disponible en PDF, aqui.

PREFACIO

Jorge Hesse

En mis investigaciones históricas encontré cohermanos que me aseguraron en la sede de la FEB que Chico Xavier nunca advirtió a la llamada “carpa de Ismael” (sede de la FEB en el DF) sobre las posibles y supuestas interpolaciones ideológicas en “Brasil, corazón del mundo, patria”. del evangelio”. No conocemos más detalles detrás de escena de este intercambio entre el medio y los exdirectivos de la FEB.

Encontré quienes dan fe del consentimiento de Chico a la inserción de Roustaing en el capítulo 22 de “Brasil corazón del mundo, patria del evangelio” demostrando supuestas correspondencias entre Chico y Wantuil de Freitas, contenidas en la obra “Testimonios de Chico Xavier”. Sin embargo, descubrimos que sólo unas pocas fuentes secundarias fueron transmitidas a la autora de la obra Suely Caldas Schubert (quien no tiene una trayectoria roustanguista), fragmentos mecanografiados de las cartas y seleccionados y elaborados intencionalmente por los docetistas Zeus Wantuil y Francisco Thiesen.

Una autenticidad de la inserción de Roustaing en el libro “sagrado” del (im) “Pacto de Oro” se fraguó cuando ex directivos de la FEB visitaron a Chico Xavier para que un médium de Minas Gerais “autenticara” el libro o el capítulo página 22 de “Brasil”. corazón del mundo patria del evangelio” para corroborar la autenticidad de la psicografía original (que inexplicablemente fue incinerada por la FEB), pero Chico “autenticó” el capítulo 22 con la “robusta” confirmación: “Con un abrazo del servidor menor Chico Javier." En otras palabras, ¡no confirmó nada! Chico sabía que la obra había sido corrompida.

El golpe del (im)“Pacto Dorado” fue una agenda con dieciocho puntos, el primero de los cuales decía: “Corresponde a los espíritas de Brasil poner en práctica la exposición contenida en el libro “Brasil, Corazón del Mundo”. , Patria del Evangelio”. Aquí abrimos un paréntesis porque entendemos que en ese dispositivo había una proposición que podría tener consecuencias indeseables, considerando el foco de unidad entre los espíritas. Ahora bien, lo más razonable sería incluir en el primer ítem que los espíritas pusieron en práctica la exposición contenida en el Evangelio según el Espiritismo, con el fin de acelerar y consolidar la marcha evolutiva del Evangelio.

Hay quienes dicen que la adopción del libro “Brasil corazón de la patria mundial del evangelio” podría tener dos pretextos, el primero porque un grupo de quienes discutieron el tema quiso adoptar “Los cuatro evangelios” de Roustaing, el segundo porque los “partidarios” de la CEPA (Confederación Espírita Panamericana) no aceptaron ni aceptan el Evangelio Según el Espiritismo, por lo que en este caso el libro de Humberto de Campos estaría en la balanza y colocaría a Brasil en un lugar central. posición en la expansión del Evangelio.

¿De verdad? ¿Fue esto lo que los llevó a firmar sin discusión el pacto que Herculano Pires llamó la “bula papal”? ¿O el exceso de misticismo había creado un sentimiento de culpa y las partes del acuerdo comenzaron a admitir la infalibilidad del presidente de la FEB? ¿O la presencia autocrática de Wantuil (que era una especie de “único dueño” de la FEB) habría embotado la conciencia de los firmantes? ¿O a todas las partes del acuerdo les faltó mayor madurez doctrinal? De una cosa, sin embargo, estamos absolutamente seguros: si Herculano Pires, Deolindo Amorim, Júlio Abreu Filho hubieran participado en la “encantada” reunión febiana de 1949, otra habría sido la dirección de las definiciones doctrinales para Brasil.

¡Así es! Volvamos a los firmantes del Pacto que concluyeron sin más DEBATE y maduración que el libro “Brasil corazón del mundo, patria del evangelio” contenía datos interesantes y demostraba cuál sería la misión del Espiritismo en Brasil. Sin embargo, a las partes del acuerdo no les preocupaban los detalles patrioteros y controvertidos del libro, tal vez la “X” del tema.

No planteamos este punto para cuestionar los contenidos originales de la obra (aquellos que supuestamente no fueron alterados por los docetistas febianos). Es muy obvio que es difícil demostrar físicamente la manipulación porque la psicografía original fue incinerada por la FEB. Es importante recalcar aquí que amamos la literatura de Humberto de Campos (¡sin las inserciones febianas, claro!), y es más, hay que separar bien las cosas, como la ingenua entronización de Roustaing por el supuesto “autor espiritual” ” contradice el pensamiento de Kardec contenido en el capítulo XV de la obra Génesis.

La cuestión es que el supuesto “Humberto de Campos” evoca “las tradiciones del mundo espiritual”, como afirma el propio autor espiritual en la Introducción al libro “Brasil corazón del mundo, patria del evangelio”. Obviamente, este argumento de las “tradiciones del más allá” no aclara, ni siquiera respalda, la interferencia de la obra. Y esto queda claro si comparamos el libro “Brasil, corazón.do mundo…” con “Crônicas de Além-Túmulo” y “Boa Nova” escritas por el mismo Espíritu, en las que Humberto de Campos utiliza algunas informaciones obtenidas del so- llamadas “tradiciones del mundo espiritual”, pero sin cometer los diversos lapsos presentes en “Brasil corazón del mundo, patria del evangelio”. Respecto a la obra “Crónicas de ultratumba” en el capítulo 21 titulado “El gran misionero”, publicada antes de “Brasil, corazón del mundo…”, sólo se menciona a los misioneros Camille Flammarion, Léon Denis y Gabriel como colaboradores de Allan Kardec Delanne. , sin mencionar a Roustaing. Esto indica una probable interpolación maliciosa en la obra “Brasil corazón del mundo, patria del evangelio”.

Esta es mi opinión.

Brasilia, 10 de abril de 2018

Jorge Hesse